“Alquilar no es perder dinero”. Tanto para los propietarios, como para aquellos  que se interesan por alquilar un inmueble. Esta opción puede resultar muy ventajosa.

Para los propietarios, porque les permite mantener en su patrimonio un activo, cuyo valor de venta hoy es bajo por la situación del mercado, con vistas a una posible  revalorización dentro de algunos años.

Para los inquilinos, porque les permite instalar/trasladar, su industria o su negocio, sin realizar el desembolso tan importante que supone la compra de un inmueble.

Alquilar un producto (derecho de superficie, arrendamiento de suelo, arrendamiento de local, etc…) es una operación que puede resultar muy aconsejable cuando se han analizado todo los aspectos: comercial, fiscal, urbanístico y financiero.

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